Abla 1629. De Sanctis Martyribvs. Cuando las órdenes tardaron en llegar. XXVIII·IV·MMXI



Santos Mártires Apolo, Isacio, Crotato y la Virgen del Buen Suceso


Este año de 2011 nos vamos a meter en el mes de mayo para celebrar el día de nuestros Patronos San Apolo, San Isacio y San Crotato, el cuál deberíamos haber celebrado el pasado jueves 21 de abril, pero todos sabemos que no pudo ser así por coincidir con el Jueves Santo, fecha esta última regida por el calendario lunar.

La Iglesia en un principio quiso ser fiel al evangelio que relata como la noche del Jueves Santo había luna llena, pues esa noche  Jesús celebró con sus discípulos la Pascua Judia, fiesta que conmemora la salida de los israelitas de Egipto cruzando el Mar Rojo y que se celebra en la primera luna llena después del equinoccio de marzo. 

Pero más tarde en el año 325, la iglesia reunida en el concilio de Nicea covocado por el emperador Constantino I, decidió que la fecha de la Semana Santa se regiría por el Domingo de Resurrección o Pascua de Resurrección la cuál se celebraría el primer domingo tras la primera luna llena después del equinoccio de primavera, y si por casualidad coincidía con la Pascua Judía debía ser cambiado al domingo siguiente. Esto hace que algunas fechas se muevan cada año, el Miércoles de Ceniza, Pentecostés, la Ascensión del Señor y la fiesta de Cristo rey.


Constantino I el Grande


Y esto hace que nuestras fiestras patronales puedan cambiar y realmente es el único motivo por el que deben cambiar si así sucediese, pero lo realmente curioso es que las primeras fiestas que celebró Abla a sus Patronos en 1629 no coincideron con la Semana Santa ya que el Jueves Santo cayó en 12 de abril y en principio podrían haberse celebrado el 21, pero aún así tuvieron que celebrarse en mayo como nos va a suceder este año, para comprender el motivo os invito a leer la transcripción del Mandamiento Episcopal que nombra a nuestros Santos Mártires Patronos de Abla, dice así;
  
Nos, don fray Juan de Araoz, por la gracia de Dios y de la Santa Iglesia de Roma, obispo de Guadix y Baza, predicador de su majestad y de su Consejo.

A los venerables hermanos nuestros deán y Cabildo de nuestra Santa Iglesia Catedral de Guadix, al abad y Cabildo de nuestra Santa Iglesia Colegial de Baza, y a todos los curas, beneficiados, capellanes, sacerdotes, clérigos y demás súbditos nuestros de toda nuestra Diócesis, eclesiásticos cómo seglares, salud en nuestro señor Jesucristo.


Hacemos saber que por un memorial impreso que el señor marqués de Estepa, varón nobilísimo, de virtud conocida y probada, docto en buenas letras, celosísimo escudriñador de verdades así divinas como humanas que la antigüedad de los tiempos tiene oscurecidas y sujetas a variedad de opiniones, en el cuál nos daba noticia de que los santos mártires Apolo, Isacio y Crotato, de quién el Calendario Romano hace mención a veintiuno de abril, y el Menologio Griego en el mismo día, y que como ambos dicen padecieron en el Imperio de Diocleciano, y que como Flavio Dextro dice que padecieron en España en la villa de Abla que es cerca de Guadix, diciéndonos que tenía por cierto que estaban allí sus santas reliquias y pidiéndonos que a como santos propios de nuestro Obispado se celebrasen en su día y se rezase su oficio, medio con el que Dios se glorificaría en sus santas reliquias.

Y nos, cargando nuestro pensamiento en caso tan grave y tan de nuestra obligación y en el espíritu, afecto y devoción de tan gran persona, movido sólo de tan gloriosos fines, con gozo interior y alegría de nuestro espíritu tratamos de poner en efecto tan justa petición, juzgando ser más voces del cielo que medios humanos.

Y para proceder en este caso con pasos maduros, que son los que los sacros cánones y concilios nos enseñan, presupuesto que de la santidad y glorioso martirio de estos santos nos hacen cierto el Martirologio Romano y el Menologio Griego y el día en que perecieron, sólo para averiguar si fue en el lugar de Abla como dice Flavio Dextro, que es en nuestro Obispado y si se podían descubrir sus santas reliquias, no pudiendo hacer las diligencias convenientes por nuestra persona, como quisiéramos, por estar ocupado en esta ciudad de Granada en la defensa de nuestra Iglesia, dimos nuestra comisión, y toda nuestra autoridad, que para este caso se requería, a tres de nuestros hermanos, dignidades de nuestra Santa Iglesia de Guadix, al arcediano, maestrescuela y chantre de ella, hombres doctos, doctores en santa teología y sagrados cánones, versados en todas las ciencias humanas, a cuyas personas se pueden fiar cosas tan graves, ordenándoles que fuesen al dicho lugar de Abla, o a cualquier otra parte que fuese menester, y ante notario apostólico inquiriesen e hiciesen averiguación de si en la dicha villa de Abla, donde se dice haber padecido los gloriosos mártires San Apolo, San Isacio y San Crotato, había algunos vestigios, ruinas, escritos, piedras o tradición alguna de haber sido lugar populoso de romanos, que fue el tiempo en que estos santos padecieron, y de su martirio o de sus santas reliquias.

Y habiendo ido y hecho cuantas diligencias se pudieron, tomando muchos testigos ancianos, leyendo letras estampadas en piedras, viendo con sus ojos todos los puestos donde podía inferirse lo que se deseaba y buscaba, de todo hallaron, y actuaron ante el dicho notario, que la dicha villa de Abla fue lugar populoso de los romanos, donde tenían guarnición de muchos soldados, por muchas ruinas que se descubrieron y piedras escritas que lo manifiestan, y ser verosímil que allí padecieron martirio estos gloriosos santos como dice Flavio Dextro, y el puesto donde parece ser que padecieron o fueron colocadas o enterradas sus santas reliquias por haber visto muchas personas en los tiempos pasados y presentes muchas luces de noche y de día, como hachas encendidas que yéndolas a buscar desaparecían, y muchas apariciones como de personas blancas y hermosas, algunas veces tres juntas y otras dos y otras una, en diferentes tiempos, y por haberse oído músicas celestiales diciendo letanías con nombres de otros santos de los que contiene la letanía de la Iglesia, y porque el dicho puesto donde hay indicios de que allí padecieron o están las santas reliquias de estos santos mártires ha sido preservado de los rigores de los elementos sin que se haya allí langosta, granizo ni tempestad que ofenda a los frutos, padeciendo los lugares circundantes todas estas plagas.

Y así, movidos por las relaciones de cosas tan maravillosas y tan exactas y cuidadosamente averiguadas, habiéndolo conferido con el ilustrísimo señor cardenal Spínola, arzobispo de esta ciudad de Granada, y con otros muchos varones doctos y religiosos de esta ciudad y tomado el parecer y consentimiento de los venerables hermanos nuestros deán y Cabildo de nuestra Santa Iglesia de Guadix, y habiendo dado cuenta al abad y Cabildo de nuestra Santa Iglesia Colegial de Baza:

Mandamos que a gloria y honra de Dios nuestro señor y de sus santos mártires San Apolo, San Isacio y San Crotato, como santos que tenemos por cierto padecieron glorioso martirio en nuestro Obispado y son por esta razón patronos y defensores de él, que en él, de hoy más para siempre jamás en todos los siglos venideros, se les haga fiesta que sea de guardar en la dicha villa de Abla y allí se celebren con cuanta solemnidad se pueda, rezándose como patronos doble de primera clase, y en todas las demás iglesias, así en la Catedral de Guadix como en la Colegial de Baza y en todas las demás parroquiales, conventos de religiosos y religiosas de cualquier orden que sean de nuestro Obispado se rece doble de tercera clase, todos los años perpetuamente desde las primeras vísperas de veinte de abril hasta todo el día siguiente veintiuno del dicho mes que es en el que gloriosamente padecieron estos santos mártires triunfando de los tiranos de la tierra y de todo el infierno, entrando gloriosamente en el cielo.

Y porque este presente año de mil seiscientos veintinueve no se ha podido celebrar esta festividad en los dichos días veinte y veintiuno de abril, mandamos se haga la fiesta con la solemnidad que se pudiere en la dicha villa de Abla y todas las iglesias de nuestro Obispado el jueves que se contarán diez días de mayo próximo que vendrá, empezando las vísperas del nueve de dicho mes de mayo, según y como va mandando y dispuesto en este nuestro mandamiento, lo cuál encargamos y rogamos que nuestros hermanos deán y Cabildo de nuestra Santa Iglesia de Guadix así lo cumplan, y mandamos a los demás sacerdotes y clérigos de la dicha nuestra Santa Iglesia que lo cumplan como en nuestro mandamiento se contiene.

También mandamos que aquel lugar en que Dios ha querido mostrar con tan singulares señales, que padecieron sus santos o estuvieron sus santas reliquias, se tengan de aquí en adelante en gran veneración y se reverencien como lugares de oración, donde Dios tiene singular concurso. Y en tanto que allí se edifica iglesia o ermita se pongan cruces y se procure que como lugar santo de ninguna manera se profane.

Y exhortamos y encargamos a todos los fieles súbditos nuestros tengan por singulares devotos a estos gloriosos santos y pidan a nuestro señor por su intercesión nos acabe de descubrir el tesoro de sus santas reliquias y nos dé gracia para que le sirvamos en esta vida y vamos a gozarle en la otra como ellos le gozan.

Y de la notificación y cumplimiento se nos dé aviso con toda brevedad.

Dada en Granada a dieciocho de abril de mil seiscientos veintinueve.

Fray Juan, obispo de Guadix.

Por mandato del obispo mi señor, el licenciado Damián Jiménez Castellanos, secretario.
[Archivo Histórico Diocesano de Guadix, carpeta 3391]



Santos Mártires Isacio, Apolo y Crotato [de izq a derec]
Capilla de la Virgen de la Esperanza, Catedral de Guadix



Curiosamente las primeras fiestas de Abla se celebraron el nueve y diez de mayo de 1629 por un motivo que el mismo obispo reconocía al redactar el Mandamiento [Y porque este presente año de mil seiscientos veintinueve no se ha podido celebrar esta festividad] sabedor que cuando se recibiese el mandato en las parroquias del Obispado y en Abla ya habrían pasado días desde la redacción del mismo el 18 de abril. Sabedor que en 1629 había un problema que hoy no tenemos, las comunicaciones.

Y aunque ese año de 1629 tuvimos que celebrar las fiestas en mayo, aunque desde ese año en que era rey de España Felipe IV, Sumo Pontífice Urbano VIII y Arzobispo de Granada Agustín de Spínola Bassadone ha llovido mucho, creo que hemos cumplido con lo que se nos encomendó, construimos una ermita para nuestros mártires, decidimos que nuestros muertos debían descansar junto a ellos, decidimos celebrar otras fiestas en verano para que nuestros paisanos que tuvieron que emigrar pudieran conmemorar también a sus Patronos y estos días de abril fueron y son los más grandes para todos los abulenses, y si Dios quiere y la luna así lo desea, seguirá siendo así [de hoy más para siempre jamás en todos los siglos venideros]



Ermita de los Santos Mártires, Abla



¡Felices Fiestas Patronales!





10 comentarios:

toñi dijo...

parri, enhorabuena pro el artículo, muy interesante.

Anónimo dijo...

Un artículo estupendo para conocer más de la historia de nuestras fiestas y Santos, todos los abulenses deberíamos leerlo.

Toñi veva dijo...

Otro pedazo de articulo como todos los que pones.
Un saludo,amigo!

maestro 1989 dijo...

Amigo Fran,explícame eso de las músicas celestiales,que no lo tengo muy claro.

juanjo dijo...

Todos tus artículos son muy interesantes y novedosos. Me gustan mucho tus aportaciones.!"estás sembrao".Animo y adelante.Un abrazo.

Francisco Javier González Sánchez dijo...

Juan, el obispo hace mención al testimonio de las monjas del convento de Santiago, las cuáles afirmaron que una compañera natural de Abla a la que llamaban María del Espíritu Santo y que quedó huerfana de niña, solía subirse todas las noches al terrado de su casa donde escuchaba cantos y letanías procedentes del pago de Locrones.

francisco dijo...

Y qué dices que se tomaba?

francisco dijo...

Enhora buena.

Anónimo dijo...

de que lugar de nacimiento son los santos martires?gracias,y muy interesante este articulo

Francisco Javier González Sánchez dijo...

Ningún acta hace mención al lugar de nacimiento de estos mártires, sólo relatan su muerte un 21 de Abril.